





¿Se imaginan adentrarse en la vida de uno de los mejores guionistas, productores y directores del cine de terror y fantasía?
El año pasado tuve la oportunidad de ir al Museo de las Artes de la Universidad de Guadalajara, a la exposición “En Casa con mis Monstruos” de Guillermo del Toro, y me pareció una experiencia enriquecedora pues lo admiro a muchos niveles.
Estoy aprovechando la cuarentena para recordar, aunque ya había tenido oportunidad de hablar sobre el tema en otros medios, decidí publicar aquí, en un espacio más personal.
La muestra fue dividida en 8 salas en las que se encontraban más de 900 piezas, de las cuales 500 de ellas pertenecen a la colección privada del cineasta y 400 fueron tomadas de colecciones particulares. Podías encontrar desde piezas del barroco novohispano hasta obras de David Alfaro Siqueiros o José Guadalupe Posada. La obra fue curada por el talentoso Eugenio Caballero quien fuera director de arte de la película “El laberinto del Fauno”. ¿Ya te lo imaginaste? Pues aquí te comparto cómo me fue.

En casa con mis monstruos, el cineasta Guillermo del Toro nos presentó los temas que más le apasionan, entre la biología, y la ingeniería, la religión, la mitología y la tecnología, nos invita reflexionar sobre la realidad inmersa en la fantasía y la magia de apreciar el mundo de lo imperfecto.
Visitar esta exhibición fue una oportunidad única para contemplar la vida material y espiritual de las creencias, motivaciones y filias de Guillermo del Toro. Abordar su infancia con elementos que van desde bocetos de la Bella Durmiente de Clide Geronimi, hasta contemplar la reproducción de una muñeca del programa Galería Nocturna. La muestra gráfica y plástica ha sido enriquecida con ilustraciones de Julio Ruelas o Paul Julian, con obras de Edward Gorey, y de Moebius. En esta muestra, Del Toro busca enseñarnos a enfrentar a nuestros más íntimos temores, los que nos atormentaban desde de la infancia para entenderlos, valorarlos y a partir ahí tomar partida del potencial creativo que lo ha llevado a ser uno de los artistas más importantes de nuestro país en las últimas décadas.
En su casa, podías contemplar diferentes conceptos artísticos como el de Hellboy de Mike Mignola, la carta que le escribió Hayao Miyazaki, máscaras de luchadores mexicanos y la colección de comics de Fantomas. También conocer bocetos de Abel Quezada con los modelos de la cara Boris Carloff para Frankenstein y los carteles de Drew Struzan.
En casa con mis monstruos se presentó de junio a octubre del 2019. Gracias a esta expocisión tuve oportunidad de conocer más sobre la vida de uno de los grandes expositores del cine de terror y fantasía en el mundo.