Esta obra pertenece a la serie «Retratos Macabros». Gran parte de mi trabajo está motivado por la incertidumbre y por el miedo. Para este cuadro en particular me inspiré en la canción Space Oddity de David Bowie, donde narra la historia de un astronauta que pierde contacto con la Tierra y queda varado en el espacio. Mi imaginación me llevó a pensar en los últimos segundos de cualquier persona antes de morir, el vacío y la soledad que cualquiera podría experimentar en ese viaje donde no hay retorno. Por otra parte, en ese tiempo de mi vida enfermé del estómago y en esos momentos me parecía muy grave, no podía dormir, o comer, y la necesidad me llamaba cada hora, posiblemente un parásito, pensé. Afortunadamente, con la ayuda de medicamentos y un buen diagnóstico salí adelante y con una pintura de por medio.





